La planta de jade posee un follaje exquisito, lo que la convierte en una opción ideal para realzar jardines y espacios interiores. Además de su atractivo estético, la planta se ha asociado durante mucho tiempo con la buena suerte, lo que la hace muy valorada en el ámbito del Feng Shui.
Con sus hojas verdes y carnosas y sus tallos robustos, la planta de jade cautiva a los observadores. Además, produce delicadas flores en forma de estrella, que van del blanco al violeta, que infunden vitalidad y belleza.
Por lo general, las flores de la planta de jade florecen en racimos en las puntas de las ramas a fines del invierno y principios de la primavera. Sin embargo, para que la planta florezca con éxito, debe alcanzar un cierto nivel de madurez. Los expertos en horticultura afirman que, en promedio, una planta de jade tarda unos 10 años en florecer, aunque hay casos en los que puede ocurrir antes.
Para favorecer la floración es fundamental proporcionar a la planta unas condiciones óptimas, lo que implica mantener unos niveles de humedad moderados y evitar una exposición excesiva a la luz solar.
Fertilización adecuada
Nutrir adecuadamente las plantas es esencial para su crecimiento y floración. Esto se puede lograr incorporando abono o fertilizantes naturales al suelo. Para una nutrición óptima, considere alimentar la planta de jade con violetas africanas una vez al mes durante las estaciones de primavera y verano.
Técnicas de riego
Uno de los errores más comunes que se cometen en el cuidado de las plantas es regarlas en exceso, creyendo erróneamente que es beneficioso. Para evitarlo, riegue la planta de jade solo cuando la tierra o el sustrato estén completamente secos. Al regar, utilice abundante agua para garantizar un drenaje completo.
Acepta un ligero escalofrío
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Los expertos recomiendan colocar la planta de jade en una zona fresca de la casa a finales de otoño. Esto puede facilitar su floración. Sin embargo, evita colocarla en espacios abiertos para evitar que se congele.
Ubicación ideal para una planta de jade
La planta de jade crece bien en interiores y se puede colocar en zonas bien iluminadas de la sala de estar o el comedor. Sin embargo, se debe evitar la luz solar directa, ya que puede quemar las hojas. Es preferible mantener una temperatura cálida durante la mayor parte del año.
Si bien algunas plantas prosperan en ambientes de cocina o baño, la planta de jade no se encuentra entre ellas. Los baños tienden a ser excesivamente húmedos, mientras que las cocinas pueden someter a la planta a un calor excesivo, lo que impide su crecimiento y floración.
Si decides mantener la planta de jade al aire libre, también le irá bien. Solo asegúrate de que no esté expuesta a la luz solar directa durante la mayor parte del día.
Control de plagas para plantas de jade
Al igual que muchas otras plantas, la planta de jade es susceptible a enfermedades y plagas, como ácaros, cochinillas, caracoles, hongos y podredumbre causada por el riego excesivo. Para evitar que estos problemas dañen su planta, preste mucha atención a sus prácticas de riego, en particular durante las estaciones más frías.
En caso de que las plagas ya hayan infestado la planta, puedes utilizar pesticidas naturales. Un remedio eficaz y sencillo consiste en mezclar 1 cucharada de bicarbonato de sodio con 1 cucharadita de jabón neutro rallado y 1 litro de agua. Vierte la mezcla en una botella con pulverizador, agita bien y aplícala sobre las zonas afectadas.
Revitalizar una planta de jade
Cuando su planta de jade comienza a perder hojas en exceso, puede indicar un problema subyacente. Si bien es normal que se caigan algunas hojas durante el proceso de renovación natural, esto debería ocurrir de manera gradual, a medida que surjan hojas nuevas.
Si la pérdida de hojas es significativa, podría indicar problemas como riego excesivo o insuficiente, drenaje inadecuado que provoca acumulación de agua, mala calidad del suelo, falta de luz, plagas o cambios repentinos de temperatura. Para revivir o salvar su planta de jade, es fundamental identificar el problema.
Si observas que el suelo está demasiado húmedo, no lo riegues hasta que se seque. Si las raíces no están dañadas, la planta puede recuperarse. Por el contrario, si las hojas aparecen arrugadas y secas, es posible que necesite agua. En estos casos, riega la planta generosamente hasta que el exceso de agua se escurra por el fondo. Recuerda que es fundamental que haya un buen drenaje, tanto en la maceta como en la tierra circundante.
Propagación de una planta de jade
Para propagar la planta de jade, comience por tomar un esqueje. Recorte la punta de una rama con varias hojas y déjela curar al aire libre durante al menos un día. Luego, plante el esqueje en el centro de una maceta con tierra que drene bien. La tierra debe estar ligeramente húmeda y suelta, lo que garantiza un entorno de crecimiento adecuado.